miércoles, 15 de diciembre de 2010

DIA PRIMERO

Al aproximarse la Navidad nos alegra la esperanza de la venida de Jesús. El Evangelio nos lleva a un conocimiento mejor de Cristo que por amor a nosotros se ha hecho hombre. Escuchemos a San Juan que nos presenta al Hijo de Dios, que vive con el Padre desde la Eternidad.
"En el principio existia la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la Vida y la Vida era la Luz de los hombres, y la Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. La Palabra era Luz Verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su Gloria, Gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de Gracia y Verdad".

REFLEXIÓN:
En el principio de los tiempos el Verbo reposaba en el seno de su Padre en lo más alto de los Cielos. En esas profundidades de una incalculable Eternidad, existía ya el Niño de Belén.Lla Vida del Hijo de Dios en el seno de su Padre era una vida maravillosa y sin embargo, busca otra morada en medio de los hombres. Por su amor infinito hacia estos hombres y para cumplir el Plan de Dios, toma la forma humana y viene a habitar entre nosotors. La Navidad, pues, nos coloca frente al misterio del amor de Dios que se hace hombre en una familia pobre, noble y sencilla. hoy damos comienzo a la Novena de Navidad reunidos en familia alrededor del Pesebre que con cariño hemos preparado.
La familia conformada por padre, madre, y los hijos la "pequeña Iglesia" que crece y se desarrolla a base de amor, que es generosidad, bondad, comprensión, entrega, perdón y diálogo. Que el amor, que desde siempre unió a la familia Divina, sea el que a cada una de las familias que nos hemos reunido para celebrar esta Novena de Navidad.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
-¿Cómo estamos tratando de vivir en familia el mensaje que hemos escuchado?
-¿Qué testimonio damos como "pequeñas Iglesias" a quienes nos rodean?







No hay comentarios:

Publicar un comentario