Celebramos en la Navidad el Misterio del DIOS-HOMBRE: La Encarnación del Hijo de Dios en el seno Virginal de María por la maravillosa acción del Espiritu Santo. es la presencia amorosa del "Dios-con-nosotros", cercano a todo hombre, hecho "uno de nosotros": Jesucristo. El es, para nosotros, los creyentes, la razón profunda de nuestra esperanza y el fundamento de nuestra alegría.
Navidad, por tanto, es la fiesta humana y Divina por excelencia. Celebrándola bien, como que nos sentimos más humanos y recibimos el estimulo para ser mejores y buscar a Dios que ha venido a nosotros.
Como el Hijo de Dios, todos y cada uno de nosotros nos hemos hecho hombres en el seno de una familia, de un hogar. por eso, Navidad es, por antonamasia, la fiesta hogareña y familiar.
Además, el Hijo de Dios, al asumir nuestra condición humana, cuando plantó su tienda en medio de nosotros, quiso también enseñarnos que todos, sin distinción, somos hermanos. El no se avergonzó de ser hermano nuestro, se hixo uno de nosotros, semejante a cualquier hombre en todo, excepto el pecado, y así nos manifestó la maravillosa realidad de que, en El, somos y construimos una sola familia.
El mensaje de la fraternidad y solidaridad universales, el anuncio de paz y de buena voluntad para todos los hombres, es El que quiere renovar y actualizar en nuestros corazones, porque todo lo puede Dios, nuestro Padre Celestial que nos ama y jamas nos deja; es pues, la Navidad Dios con nosotros y allí donde hay paz y amor, allí está Dios.
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