martes, 22 de septiembre de 2009



Queridos míos! Quiero deciros que Yo os acaricio, os abrazo y os lleno del amor, amor que mi hijo os dejo… porque os amo mucho a todos vosotros. ¡Ay hijitos míos! Os pido que oréis para que mis hijos del mundo sientan mis caricias amorosas; las caricias amorosas de ésta Madre que ha sufrido el dolor tan grande de ver a su Hijo morir en la Cruz por todos vuestros pecados ¡No alejéis vuestros corazoncitos de Mí, mis pequeños! Quiero que todos sepáis que os amo mucho…

¡Hijitos míos, mis queridos! ¡Oradle más al Espíritu Santo! Pedid los Dones del Espíritu Santo. Oradle para que Él os purifique y os ayude a encontrar las soluciones a los problemas. El Espíritu Santo es el mejor Consejero que podéis tener. ¡Os amo mucho mis hijitos!. Así como la Eucaristía es el alimento del Espíritu, y os hace crecer y fortalecer; la oración os ayuda a sanarlo. La oración es como la medicina del Espíritu; debéis hablar con el Padre, pedirle a Él como un hijo pide a su padre; no con palabras rudas, sino con palabras de amor… amor el cual está dentro en tu corazón, tu eres amor… Hijos, abandonad la soberbia, el egoísmo y los malos sentimientos; eso ensucia vuestros corazones. Llevo el Bendito Espíritu Santo en Mi Corazón; vosotros también debéis llevarlo, pero no puede estar en corazones turbios, Dios que Es todo Luz. Vosotros debéis ser portadores de luz. Habla con El siempre te escucha….

Hijitos míos, Yo os pido hoy que améis de todo corazón, porque el amor embellece todas las cosas. Hijos, reconciliaos con Dios, con una verdadera confesión de corazón. Quiero hoy, deciros a vosotros que os amo mucho; mucho hijitos; os amo con todo mi corazón. Responded al llamado que mi Hijo hace por medio mío. Yo, vuestra Madre del Cielo, vengo a llamaros, para que volváis al Padre y lo améis, porque El os ama a vosotros también. ¡Hijitos, por favor os pido orad el Rosario para que el enemigo no os sacuda como hojas al viento!. Porque Yo os amo y no quiero perder a ninguno de vosotros…

Esta Madre os llama a volver al camino que os lleva al Padre. Hijos , os llamo con la más dulce de las miradas extendiendo mi mano , para que la toméis y no temáis . Os amo y os espero… Os llamo como Madre vuestra que Soy. Hijos, orad y no olvidéis que vuestras moradas están en el Cielo… Os bendigo con Mi amor Maternal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario